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Un preservativo de silicona en forma de pene con puntas similares a espinas puede parecer raro; sin embargo, es uno de los productos más cotizados en algunos sex shop de La Paz, donde la tendencia es una mayor demanda de juguetes sexuales innovadores.
“Aunque parezcan un poco raros, son juguetes que se venden bastante bien, especialmente al público paceño”, manifesta Rodrigo Campos, administrador del sex shop Adán y Eva, en la galería “Pasaje el Centro” en inmediaciones de la Pérez Velasco.
La Razón visitó tres sex shop y habló con sus encargados. Así conoció que el gusto del público paceño por los juguetes sexuales, sobre todo los novedosos, ha aumentado con el tiempo.
Hace cinco años, los consoladores y vibradores simples eran los productos más populares, pero ahora comparten este sitial con condones reutilizables con forma de pene que no necesitan ser desenrrollados, anillos para el genital masculino con vibrador, dobles consoladores (penetración anal y vaginal), ropa comestible con estimulantes y vibradores con 10 puntos de choques.
“La gente de Santa Cruz prefiere las bombas de succión para que el pene se alargue, la gente de Cochabamba es más gustosa de los estimulantes, prolongadores o algún lubricante y en la parte de La Paz se usan más vibradores y juguetes bastante novedosos y curiosos”, dice Campos, que distribuye sus productos a esas ciudades.
Para René Álvarez, jefe de ventas del sex shop New American, a pesar de que en La Paz, la sociedad es bastante conservadora “en estos años ha habido un notable aumento en el gusto de las personas por juguetes sexuales novedosos, así que ahora el tema de los sex shop ya no es tan cerrado”.
Por eso, el sex shop New American importa desde EEUU cada vez más productos innovadores.
Antonio, quién atiende un sex shop en el centro de la ciudad y que prefirió que no se den más indicaciones del mismo, aseguró que las parejas paceñas siempre compran novedades que ven por televisión o revistas.
“Los paceños siempre quieren probar cosas que usan en el exterior, así que nosotros las importamos a precios accesibles y totalmente garantizados”.
Los precios van desde 10 bolivianos hasta 350 dólares. Los productos son importados.
Si bien, según dijo Campos, antes los clientes ingresaban a la tienda con bastante timidez.
El encargado del sex shop Adán y Eva también destaca que si bien hay un comercio de juguetes sexuales por internet, la ventaja de comprar en tiendas establecidas es que el público recibe una explicación detallada del producto. “Les damos todas las indicaciones que se requieren y, obviamente, el cuidado que deben tener en el uso y la higiene”.
Para tomar en cuenta
Juguete sexual • El encargado del sex shop Adán y Eva, Rodrigo Campos, explica que un juguete sexual es un artículo utilizado para ayudar a las personas a cumplir fantasías sexuales. Enfatiza en el respeto con la pareja.
Precauciones • Antes de vender estimulantes sexuales se consulta si la persona tiene problemas de presión o poliglobulia, para prevenir posibles problemas cardíacos, comenta el encargado de Adán y Eva.
Higiene • Los juguetes sexuales como consoladores o vibradores deben tener una rigurosa higiene luego de usarlos. Para esto se puede usar agua o un gel limpiador que se venden en los mismos sex shop desde Bs 50.
Venta • Los sex shop ofrecen artículos para heterosexuales, bisexuales y homosexuales. Un requisito es que el comprador sea mayor de edad por lo que en dos de tres sex shop visitados piden el carnet de identidad.
Adultos son más decididos
Las personas mayores de 40 años son más decididas a la hora de comprar un juguete sexual, en cambio los jóvenes entran a un sex shop con más inseguridad y timidez, coinciden encargados de dos de estos locales en La Paz.
“Tenemos clientes de todo tipo, no sólo jóvenes sino adultos y se puede decir que los adultos de clase media son los que más compran los juguetes, y no tienen miedo de llevarlos”, dijo el jefe de ventas del sex shop, New American, René Álvarez.
Aunque los jóvenes acceden fácilmente al internet o televisión por cable, son más tímidos al comprar un juguete sexual a un sex shop, comenta el encargado del sex shop Adán y Eva, Rodrigo Campos.
“Los adultos llegan a la tienda y buscan el juguete que van a comprar, en cambio al joven le cuesta mucho decir lo que quiere”.
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