Al chubasquero de plástico amarillo, rojo o azul de toda la vida le ha salido un rival ecológico y verde, en el sentido figurado de la palabra. Confeccionado a base de bioplástico de fécula de patata, es 100% biodegradable y tiene una doble función: proteger de la lluvia y ser una maceta-contenedor de semillas de flores, plantas y arbustos mediterráneos para ser plantado al fin de su utilidad. Así que no hay porque preocuparse si algún día lo perdemos porque se descompone por completo ahí donde lo hayamos olvidado.
Se trata de un ecológico invento en la era del reciclaje y el desarrollo sostenible que ha ideado la consultora Good for Environment (G4E) de Galicia, también responsable de la marca Equilicuá . http://thechemistrysideoftheforce.blogspot.com/
El tejido del impermeable se produce en Orense con un bioplástico a base de fécula de patata y se cose en Gijón con hilo de algodón orgánico. Las semillas están insertadas en la propia prenda de vestir dentro de una bolita de arcilla ‘Nendo Dango’, que protege las semillas evitando que sean comidas por pájaros para asegurar su germinación.
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