El nombre comercial de este desarrollo argentino es Maggacup, y el mismo sistema ya se usa en otros países del mundo, como Alemania, por ejemplo.
Está fabricada con silicona hipoalergénica, la misma que se utiliza para trasplantes y que hasta se puede ingerir sin daños para la salud. A diferencia del modelo que se vende en otros países, la copa argentina es ergonómica, resistente y estética. Además, tiene un cabito regulable para adaptarse al cuerpo de cada mujer.
Si bien se pone más rígida con el tiempo, no pierde funcionalidad. Y los ensayos de Inti y Anmat avalan el producto, y garantizan su durabilidad por 10 años.
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