Foto: Carlos García / Reuters
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decretó cinco días festivos con el fin de hacerle frente a la crisis de electricidad que enfrenta su país.
Para ahorrar energía se le suman al Jueves y Viernes santos el lunes, martes y miércoles como festivos.
A propósito de la severa crisis energética que atraviesa Venezuela, el presidente Hugo Chávez decretó este miércoles que los días lunes, martes y miércoles de Semana Santa también serán feriados no laborables, además del usual Jueves y Viernes santos, que hasta ahora eran los únicos feriados del asueto religioso.
Brevemente el mandatario destacó que "el objetivo fundamental no es la flojera, sino ahorrar energía. No se olvide nadie de apagar la luz y cerrar el grifo de agua", dijo luego de felicitar a los atletas venezolanos que participaron en los Juegos Suramericanos en Medellín.
Además de la prolongación del feriado, el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, pidió la renuncia a todos los directores de las compañías eléctricas afiliadas a la Corporación Eléctrica Nacional para "evaluar su desempeño" y ratificar si deben o no seguir en sus cargos.
A comienzos de esta semana, al menos 70 comercios y empresas sufrieron cortes de luz por 24 horas pues no se apegaron al plan de ahorro energético decretado por el gobierno.
El gobierno ha justificado todas las medidas como parte del plan para promover el ahorro y retardar el colapso en el funcionamiento de la central hidroeléctrica Guri, la principal del país, pues genera 70 por ciento de la electricidad que se consume en Venezuela y actualmente en crisis por la severa sequía que ha afectado el embalse.
Sin embargo, la principal asociación de empresarios del país, Fedecámaras, ha rechazado la forma como se ha implementado el racionamiento advirtiendo que las medidas son unilaterales y afectan seriamente la productividad del país.
Sobre la ampliación del feriado en Semana Santa, los empresarios emitieron un comunicado que señaló, entre otras cosas, que "una vez más se toman medidas que involucran al sector privado sin realizar una consulta efectiva, sin tomar en cuenta que hay actividades productivas de jornadas continuas, que son muy difíciles de suspender, ni los costos que tiene para las empresas y para la población en general.
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