La epidemia de gripe que alcanzó su máximo pico en la última semana de diciembre y primera de enero y que afectó de una manera especial a personas jóvenes, está ya en retroceso, señalaba ayer el gerente de Atención Primaria de Pontevedra, Manuel Castro. Un hecho que corroboran los servicios de Urgencias extrahospitalarias del centro de salud de A Parda y de Montecelo que ya no sufren las saturaciones de días atrás.
A todos los pacientes con síntomas gripales y con complicaciones de salud asociadas que llegaron a Urgencias del CHOP y que necesitaron ingresos hospitalarios se les tomó muestras para determinar qué tipo de gripe padecían. Casi todos tenían gripe A, subtipo H1N1, tal como quedó recogido en los datos del departamento de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección Xeral de Saúde Pública.
La cifra exacta no ha sido facilitada porque "los hospitales no hacemos seguimiento de la gripe aunque declaramos, como manda la ley, los casos" indican fuentes del CHOP, pero los datos agrupados de los complejos hospitalarios CHUS, CHOU, Meixoeiro de Vigo, Arquitecto Marcide de Ferrol y CHOP, recogidos por Vigilancia Epidemiológica, señalan que en la tercera semana de enero se analizaron muestras de 122 pacientes con un resultado de 25 positivos por gripe A y 3 por el virus estacional. Una semana antes, desde estos mismos hospitales se remitieron para analizar las muestras de 102 pacientes, confirmándose 32 casos de gripe A.
Estos 57 pacientes ingresados con gripe A se contabilizaron en dos semanas en las que la línea de incidencia de la epidemia de la gripe había comenzado a descender.
En el pleno repunte epidemiológico, en la primera semana de enero, más de la mitad de las muestras analizadas (el 53%) dieron un resultado positivo en gripe A. Un porcentaje idéntico al registrado en la última semana de diciembre.
Médicos de Urgencias de Montecelo y responsables sanitarios como Ángeles Feijóo Montenegro coinciden en señalar que la gripe A no es peor que la estacional y que desvestida de la gravedad del pasado año, no provoca mayores preocupaciones asistenciales que las derivadas de seguir los protocolos de actuación propios de una enfermedad de declaración obligatoria.
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