Los científicos han ideado una manera de producir un trozo en forma de oreja hecho de silicona mezclada con células bovinas e infundido con diminutas partículas de plata que forman una antena en espiral. Al igual que cualquier antena, ésta puede captar señales de radio que el oído interpreta como sonido.
El oído 3D no está diseñado para reemplazar a un oído humano, pero la investigación está destinada a explorar un nuevo método que combina la electrónica con material biológico.
"Lo que realmente hicimos aquí fue una prueba de concepto de las capacidades de la impresión 3D", dijo Michael McAlpine, el profesor que dirigió el proyecto. "La mayoría de la gente utiliza la impresión 3D crear objetos pasivos: cosas como figurillas y joyas".
Después de imprimirlo, el oído 3D es suave y translúcido. Se cultiva durante 10 semanas, durante las cuales las células se multiplican, creando un color carne y formando tejido endurecido alrededor de la antena.
McAlpine y su equipo demostraron la capacidad de la antena para captar señales de radio conectando electrodos a la parte posterior de las orejas en el proceso de impresión. Cuando se emiten una grabación de "Para Elisa" de Beethoven a un par de orejas totalmente cultivadas, los electrodos transmiten la señal a lo largo de los cables a un conjunto de altavoces, y la música fluye clara y sin interferencias.
Aunque la nueva investigación es sólo una iteración en el campo de la cibernética, un área que busca combinar la biología con la tecnología, McAlpine dijo que la investigación podría conducir a reemplazos sintéticos para funciones humanas reales, y a una especie de sexto sentido electrónico.
Investigadores de la Universidad de Princeton incorporaron una nueva herramienta al ámbito de la cibernética: una impresora 3D.
Los científicos han ideado una manera de producir un trozo en forma de oreja hecho de silicona mezclada con células bovinas e infundido con diminutas partículas de plata que forman una antena en espiral. Al igual que cualquier antena, ésta puede captar señales de radio que el oído interpreta como sonido.
El oído 3D no está diseñado para reemplazar a un oído humano, peor la investigación está destinada a explorar un nuevo método que combina la electrónica con material biológico.
"Lo que realmente hicimos aquí fue una prueba de concepto de las capacidades de la impresión 3D", dijo Michael McAlpine, el profesor que dirigió el proyecto. "La mayoría de la gente utiliza la impresión 3D crear objetos pasivos: cosas como figurillas y joyas".
Después de imprimirlo, el oído 3D es suave y translúcido. Se cultiva durante 10 semanas, durante las cuales las células se multiplican, creando un color carne y formando tejido endurecido alrededor de la antena.
McAlpine y su equipo demostraron la capacidad de la antena para captar señales de radio conectando electrodos a la parte posterior de las orejas en el proceso de impresión. Cuando se emiten una grabación de "Para Elisa" de Beethoven a un par de orejas totalmente cultivadas, los electrodos transmiten la señal a lo largo de los cables a un conjunto de altavoces, y la música fluye clara y sin interferencias.
Aunque la nueva investigación es sólo una iteración en el campo de la cibernética, un área que busca combinar la biología con la tecnología, McAlpine dijo que la investigación podría conducir a reemplazos sintéticos para funciones humanas reales, y a una especie de sexto sentido electrónico.
El oído 3D no está diseñado para reemplazar a un oído humano, pero la investigación está destinada a explorar un nuevo método que combina la electrónica con material biológico.
"Lo que realmente hicimos aquí fue una prueba de concepto de las capacidades de la impresión 3D", dijo Michael McAlpine, el profesor que dirigió el proyecto. "La mayoría de la gente utiliza la impresión 3D crear objetos pasivos: cosas como figurillas y joyas".
Después de imprimirlo, el oído 3D es suave y translúcido. Se cultiva durante 10 semanas, durante las cuales las células se multiplican, creando un color carne y formando tejido endurecido alrededor de la antena.
McAlpine y su equipo demostraron la capacidad de la antena para captar señales de radio conectando electrodos a la parte posterior de las orejas en el proceso de impresión. Cuando se emiten una grabación de "Para Elisa" de Beethoven a un par de orejas totalmente cultivadas, los electrodos transmiten la señal a lo largo de los cables a un conjunto de altavoces, y la música fluye clara y sin interferencias.
Aunque la nueva investigación es sólo una iteración en el campo de la cibernética, un área que busca combinar la biología con la tecnología, McAlpine dijo que la investigación podría conducir a reemplazos sintéticos para funciones humanas reales, y a una especie de sexto sentido electrónico.
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