La fibra es un complemento alimenticio que ayuda a controlar el peso
y a mejorar la digestión de las personas, existen dos tipos de fibras,
las solubles y las insolubles, que si bien tienen un funcionamiento
similar en el organismo, muestran ciertas diferencias. http://thechemistrysideoftheforce.blogspot.com/ d
Para conocer un poco más sobre estos dos tipos de fibras, SUMEDICO platicó con la licenciada en nutrición Celina Soria (*), quien abundó al respecto.
“Las fibras son importantes para una dieta saludable y también son de gran ayuda para el manejo del peso y el control de glucosa en pacientes con diabetes tipo 2 y colesterol alto”, indicó.
Sobre lo que es la fibra soluble, la licenciada refirió que se trata de “gomas, mucílagos y pectinas que se solubilizan en agua y forman un gel que tiene un efecto laxante, el cual mejora la digestión y la evacuación, además de ligar sustancias como grasas, ayudando a reducir los niveles de colesterol”.
Este tipo de fibra soluble se halla en alimentos como la avena, la cebada, algunas semillas como las nueces; leguminosas como frijoles, lentejas; frutas como manzana, fresa, cítricos; y verduras como zanahoria y chayote.
“Con el maíz, por ejemplo, este tipo de fibra estimula el crecimiento de bacterias probióticas que favorecen el funcionamiento del intestino y previene fermentaciones que son dañinas para el colon”, reveló la licenciada.
Por otro lado, se encuentra la fibra insoluble, “que se trata de celulosa, semi-celulosas y ligninas, y su funcionamiento es que aumentan el volumen de las heces y por ende se acelera el paso de los alimentos. Podemos encontrarla en leguminosas, cascarilla de semillas, verduras como espinaca, brócoli y acelga; además de frutas que se comen con cáscara, como las peras”, manifiesta la licenciada.
Nada en exceso
Así como la fibra puede de ser de gran ayuda en algunos aspectos, el exceso puede traer consecuencias que afecten nuestra salud.
“Un exceso de fibra en general puede hacer que aumente el tránsito intestinal, disminuyendo el tiempo de digestión, entonces se afecta la absorción de nutrimentos y puede provocarse una deficiencia. La fibra es buena, pero tampoco hay que abusar”, reveló.
De acuerdo con la especialista, la fibra debe comerse diario, sin exceder los límites de 20 a 35 gramos en total, “soluble e insoluble, para que haya variedad”, indicó.
Para conocer un poco más sobre estos dos tipos de fibras, SUMEDICO platicó con la licenciada en nutrición Celina Soria (*), quien abundó al respecto.
“Las fibras son importantes para una dieta saludable y también son de gran ayuda para el manejo del peso y el control de glucosa en pacientes con diabetes tipo 2 y colesterol alto”, indicó.
Sobre lo que es la fibra soluble, la licenciada refirió que se trata de “gomas, mucílagos y pectinas que se solubilizan en agua y forman un gel que tiene un efecto laxante, el cual mejora la digestión y la evacuación, además de ligar sustancias como grasas, ayudando a reducir los niveles de colesterol”.
Este tipo de fibra soluble se halla en alimentos como la avena, la cebada, algunas semillas como las nueces; leguminosas como frijoles, lentejas; frutas como manzana, fresa, cítricos; y verduras como zanahoria y chayote.
“Con el maíz, por ejemplo, este tipo de fibra estimula el crecimiento de bacterias probióticas que favorecen el funcionamiento del intestino y previene fermentaciones que son dañinas para el colon”, reveló la licenciada.
Por otro lado, se encuentra la fibra insoluble, “que se trata de celulosa, semi-celulosas y ligninas, y su funcionamiento es que aumentan el volumen de las heces y por ende se acelera el paso de los alimentos. Podemos encontrarla en leguminosas, cascarilla de semillas, verduras como espinaca, brócoli y acelga; además de frutas que se comen con cáscara, como las peras”, manifiesta la licenciada.
Nada en exceso
Así como la fibra puede de ser de gran ayuda en algunos aspectos, el exceso puede traer consecuencias que afecten nuestra salud.
“Un exceso de fibra en general puede hacer que aumente el tránsito intestinal, disminuyendo el tiempo de digestión, entonces se afecta la absorción de nutrimentos y puede provocarse una deficiencia. La fibra es buena, pero tampoco hay que abusar”, reveló.
De acuerdo con la especialista, la fibra debe comerse diario, sin exceder los límites de 20 a 35 gramos en total, “soluble e insoluble, para que haya variedad”, indicó.
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