Unas 200 venezolanas con implantes franceses de la marca Poly Implant Prothèse (PIP) demandarán ante la Justicia de Venezuela a los fabricantes y comercializadores de las prótesis, informó hoy el abogado que lleva el caso, Gilberto Andrea.
Las prótesis mamarias fabricadas por la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP) que están bajo sospecha por riesgo de rotura se extienden por Europa.
Según fuentes de las autoridades sanitarias de Holanda, también fueron comercializadas en este país con un segundo nombre, llegándose a utilizar en cerca de 1.000 mujeres. Así, el fraude afectaría ya a unas300.000 mujeres de todo el mundo.
En concreto, según los datos ofrecidos por la portavoz Diana Bouhys, una compañía holandesa adquirió estos implantes después de que PIP se declarase en bancarrota en 2010, y las vendió bajo la marca 'M-implants'.
"Estimamos que unas 1.000 mujeres en Holanda tienen estos implantes, por lo que aconsejamos a las posibles afectadas consultar a su médico", dijo Bouhys, quien se negó a revelar el nombre de la compañía holandesa en cuestión.
La existencia de implantes PIP con otra marca amplía el alcance del escándalo sanitario ligado a la firma francesa, que en su momento fue la tercera productora de implantes mamarios y actualmente está acusada de usar silicona industrial en algunas de sus prótesis, que han sido exportadas al resto de Europa y a Latinoamérica.
No obstante, mientras que el Gobierno francés ha recomendado su extracción a las 30.000 mujeres del país que tienen estos implantes, otros países como Gran Bretaña y Brasil señalan que las pacientes deberíanconsultar primero a sus cirujanos para ajustar el seguimiento a cada caso.
Bouhys no mencionó por cuánto tiempo fueron comercializadas las prótesis en Holanda antes de que fueran prohibidas en marzo del 2010, junto con los implantes de marca PIP, como sucedió en Francia.
“Ellas están pidiendo las mismas cosas: una cirugía reparadora, que deje a la paciente en las mejores condiciones posibles, extraer el implante y hacer el reimplante, porque de lo contrario la persona quedará afectada física y psicológicamente, porque va a quedar deformada”, explicó el letrado.
Adicionalmente, solicitarán que se cubran todos los gastos hospitalarios y los honorarios de los médicos que las intervengan.
Andrea explicó que los cirujanos plásticos que colocaron las prótesis PIP no serán demandados porque presuntamente también fueron timados al confiar en un producto que contaba con la garantía de la agencia de salud francesa.
Explicó que, en cambio, los fabricantes y comercializadores forman parte de “un circuito económico” que ha generado ingresos y ganancias, por lo que consideró que deben honrar la figura de responsabilidad social empresarial bajo la cual no pueden vender un producto sin velar por la seguridad de quienes invirtieron en él.
La noticia de los implantes PIP causó conmoción en el mundo entero, y las venezolanas mo escapan de esta realidad. A continuación le traemos el testimonio de la periodista Rita de Martino, quien tuvo que ser operada de emergencia para la remoción de estas prótesis.
¿Qué ocurre si la silicona se mezcla en los tejidos?
Los componentes que se han localizado en las prótesis PIP no son tóxicos, según los estudios realizados, así que se piensa que no tienen por qué originar graves problemas de salud. Lo que sí conviene es la eliminación de la silicona de los tejidos, algo que puede realizar el cirujano en el quirófano. Algunos especialistas consultados por ELMUNDO.es señalan que no entraña mucha dificultad limpiar el rastro de silicona del organismo, mientras que otros aseguran que es muy difícil de eliminar por completo esta sustancia cuando se ha infiltrado en las distintas estructuras como el sistema linfático. No se conoce, de momento, cuál puede ser el efecto sobre el organismo a largo plazo.
El relato
En febrero del 2011 me realicé un eco mamario de rutina para descartar cualquier anomalía en mis senos; el diagnóstico resultó ser un poco alarmante, uno de mis implantes, el izquierdo, estaba completamente “destrozado” y no estoy exagerando.
De inmediato acudí hasta mi médico cirujano con mucho temor de que esto pudiera generar graves daños a mi organismo. Durante la evaluación, el doctor observó la pérdida en la forma del seno y una consistencia más blanda de lo habitual por lo que ordenó efectuarme una resonancia magnética para determinar con mayor profundidad el estado real de la prótesis y del tejido mamario.
El resultado que arrojó la resonancia tampoco fue alentador, la prótesis se había roto en varios fragmentos y el silicón estaba regado dentro del bolsillo, lo que significaba su retiro inmediato.
El 16 de abril del 2010 finalmente me realizo la intervención quirúrgica para retirar por completo ambos implantes. La operación duró cerca de dos horas, la prótesis izquierda se encontraba impregnada por un “líquido purulento”. Se limpió toda el área, ambos senos, pero no se pudo volver a colocar prótesis nuevas hasta que se regenerara todo el tejido que estaba afectado por el contacto con el silicón.
Los daños no sólo fueron físicos, a nivel emocional también me sentí muy afectada, hubo cambios en mi organismo y el miedo siempre estuvo y está presente. Mi llamado es para que todas las mujeres que poseen implantes PIP y otras marcas también, se hagan un chequeo, un eco mamario o mamografía una vez al año; y si tienen sospechas de la ruptura de una de sus prótesis acudan de inmediato a su cirujano. Nuestra salud es lo primordial, no la descuidemos, seamos conscientes.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) y la Asociación Española de Cirugía Estética (AECEP) se han mostrado partidarios de que las mujeres con implantes mamarios PIPsean sometidas a una retirada o sustitución de los mismos “con carácter preventivo y sin urgencia”. Ante las informaciones producidas en torno a las prótesis PIP, han emitido un comunicado conjunto en el que además destacan las recomendaciones de Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, (ISAPS, por sus siglas en inglés).
Así, destacan que, pesar de la falta de evidencia científica en cuanto a la relación de los implantes PIP con procesos genotóxicos u otro tipo de patología diferente a la ya conocida, y debido a su importantes defectos de fabricación, “sería recomendable valorar conjuntamente con el cirujano plástico la retirada o sustitución de estos implantes con carácter preventivo y sin urgencia”. No obstante, advierten de que actualmente no existen pruebas que relacionen los implantes mamarios PIP con el desarrollo de un posible cáncer, aunque, añaden, pueden surgir complicaciones de tipo inflamatorio por la ruptura de los mismos, siendo la evidencia o la sospecha de rotura del implante una indicación de explantación inmediata.
Por otra parte, mantienen su “firme compromiso” de colaboración estrecha con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Organización Médica Colegial, el Comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión Europea, y el resto de sociedades científicas implicadas, con el objetivo de seguir recabando toda la información y estar al lado de las pacientes.
Asimismo, SECPRE y la AECEP sugieren un protocolo de actuación a posibles portadoras de implantes PIP. Ante todo, comprobar que se trata de estas prótesis, en caso de no tener la tarjeta de implantación obligatoria donde se facilita esta información, recomienda acudir al centro en el que se practicó la intervención y exigir una copia de la misma.
Si fueran prótesis PIP, recomienda acudir al cirujano plástico que le operó, quien le solicitará los exámenes clínicos y radiológicos apropiados (mamografías, ecografías mamaria y axilar, RMN) para una correcta valoración. “Si no ha sido intervenida por un cirujano plástico miembro de la SECPRE y se encuentra desorientada puede acudir a nuestra Sociedad para recomendarle un profesional adecuado que le atenderá de una forma desinteresada”, explican.
Por otra parte, aconseja contactar con las asociaciones de afectadas por las prótesis PIP; y, en función del estado de las prótesis y con asesoramiento de su cirujano plástico, tomar la mejor decisión terapéutica y decidir el momento adecuado para su explantación. En caso de que la paciente no desee la retirada de las prótesis, y siempre que estas se encuentren en buenas condiciones, se aconseja un seguimiento clínico y radiológico cada 6 meses.
Con el objetivo de ayudar a aquellas portadoras de implantes PIP que se encuentren desatendidas, la SECPRE está trabajando para ofrecer su red de cirujanos de forma individualizada a aquellas mujeres que lo precisen. Asimismo, manifiestan que han llegado a un acuerdo con fabricantes de implantes para que se faciliten implantes nuevos, de máxima calidad y con el mínimo coste, a las pacientes que precisen el recambio de los implantes PIP.
¿Cuándo saltó la alarma?
Aunque el uso de estas prótesis se suspendió, en Francia y España, en 2010 debido a la alta tasa de roturas, la nueva alarma saltó a mediados del pasado mes de diciembre debido a la aparición de ocho casos de cáncer entre las portadoras de las prótesis que, según los últimos datos aportados por la Agencia de Productos Sanitarios Franceses, son ya 20. No obstante, no se ha podido establecer una relación directa entre el uso de estas prótesis y el desarrollo de cáncer.
Las víctimas argentinas de las prótesis mamarias defectuosas de la firma Poly Implant Prothese (PIP), agrupadas en la asociación Afectadas, presentaron una denuncia penal contra la empresa francesa y reclamaron la creación de un fondo para indemnización por parte de Francia y la Unión Europea (UE), anuncio el abogado Arie Alimi.
"Somos los portavoces de un grupo de mujeres argentinas y pedimos al Ministerio de Salud francés y a UE la creación de un fondo de indemnización para las víctimas extranjeras con el objetivo de permitir la extracción urgente de estos implantes, dado que pueden ser peligrosos para su salud", declaró el abogado francés Arie Alimi.
La demanda, que rápidamente ganó espacio en los medios de comunicación galos hasta convertirse en una de las noticias del día, es realizada en representación de las 500 mujeres argentinas que integran Afectadas, la asociación que conduce la abogada Virginia Luna, pero también por una asociación venezolana, aseguró el abogado francés.
Alimi añadió que damnificadas de Brasil y Colombia podrían sumarse a la demanda, que será presentada en la ciudad de Marsella donde Poly Implant Prothese tiene su sede.
¿Cuántas mujeres hay afectadas?
Se estima que, en todo el mundo, entre unas 400.000 y 500.000 mujeres podrían llevar prótesis de este tipo, aunque no se conoce el número exacto ya que la empresa podría haber comercilizado estas prótesis con otro nombre, tal y como ocurrió en Holanda. En Francia el número de afectadas es de 30.000 y en nuestro país, el se sitúa en unas 10.000 y 12.000, aunque al no existir ningún registro sobre el número de implantes mamarios realizados, tal y como reclaman algunos especialistas, no se conoce con certeza cuántas españolas podrían llevar estas prótesis fraudulentas.
Truchada. PIP fue creada por Jean-Claude Mas, de 72 años, quien es buscado por Interpol bajo la acusación de fraude en dos investigaciones judiciales. Según las denuncias, Mas fraguaba los controles sanitarios galos utilizando un gel industrial y no silicona sanitaria, con el fin de ahorrar dinero.
El abogado remarcó que "se han olvidado de las víctimas argentinas" quienes "no tienen la posibilidad de extraerse los implantes".
En Francia, luego de que autoridades sanitarias anunciaran que varias mujeres implantadas con prótesis PIP padecían cáncer, el gobierno recomendó a las damnificadas que se retiraran las prótesis comprometiéndose a solventar el costo de los nuevos implantes, pero solo por motivos médicos y no estéticos.
Alimi aseguro que "en Venezuela existen casos de cáncer en personas que tienen prótesis PIP", pero dijo no poseer estadísticas.
El costo de las operaciones para extirpar las prótesis PIP "rondaría entre los 10 mi y 12 mil pesos".
Miles de mujeres en peligro. Afectadas afirma que en Argentina podría haber alrededor de 15 mil mujeres con prótesis PIP, prohibidas en Argentina en abril 2010.
Entretanto, estimaciones de los medios franceses cifran entre 400 mil y 500 mil las víctimas de recibir implantes de un gel industrial que es utilizado en Francia como aislante eléctrico y que corren el riesgo de romperse dentro del cuerpo una vez implantado.
El diario Le Figaro informó que el creador de PIP podría declararse insolvente, a pesar de sus onerosos ingresos, estimados en unos 300 mil euros anuales antes del escándalo.
“No hay control, tiene que haber control, no solo con respecto a temas médicos, los medicamentos también deben ser controlados porque por la más mínima equivocación pueden morir miles de personas”, advirtió.
¿Qué recomiendan las autoridades sanitarias?
Existe controversia en relación a los consejos y actuaciones que están teniendo los responsables sanitarios de diferentes países. En Francia se recomienda a las mujeres que lleven prótesis PIP que se las retiren de forma preventiva (antes de que se rompan o den síntomas) y pagará el coste de su retirada y la implantación de otra en caso de que la paciente se hubiera puesto estos implantes tras una mastectomía. Esta medida es similar a la adoptada por Venezuela.
En cambio, en España, el Ministerio de Sanidad sólo aconseja a las portadoras que contacten con su médico para someterse a "un seguimiento adecuado, que incluya un control ecográfico anual", como mínimo, ya que considera que no existen evidencias para recomendar su retirada si no hay rotura o síntomas. Pero sí que cubrirá el coste del reimplante a aquellas mujeres que se hayan puesto prótesis tras una mastectomía. No obstante, Sanidad ha encargado un estudio "urgente" sobre las prótesis.
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