viernes, 13 de noviembre de 2009

quimica - chemistry ¿Motores eléctricos en el interior de las ruedas?

La idea, por avanzada que parezca, ya se le ocurrió hace más de cien años al profesor Ferdinand Porsche y la materializó en los Lohner Porsche de finales del siglo XIX. Pero el padre del Volkswagen Escarabajo (entre otras muchas genialidades) no tenía los recursos de la tecnología moderna, de la revolución electrónica, algo que si tienen los técnicos de Michelin, firma que cumple en el 2009 tres cuartos de siglo de presencia en España. Esta marca de neumáticos lleva años preocupada por los problemas medioambientales, algo que plasma en numerosas facetas que van desde el famoso Challenge Bibendum, el mayor escaparate de los últimos avances tecnológicos en el campo de los vehículos más respetuosos con el medio ambiente, hasta los neumáticos de serie que permiten ahorrar 0,2 litros de combustible cada cien kilómetros.
Pero la tentación por innovar les ha llevado aún más lejos y así por vez primera en España, y con motivo del Salón del Vehículo y Combustible Alternativos que se celebra en estos días en Valladolid, presentan su revolucionaria Active Wheel. Se trata de un prototipo de rueda capaz de mover por ella misma un vehículo. Para ello incorpora en su interior un pequeño, en cuanto tamaño, motor de 30 kilowatios de potencia. Pero los ingenieros han ido aún más lejos y en el interior de la rueda, junto al motor han situado igualmente el sistema de suspensión. Esta suspensión, que ya no es mecánica, sino eléctrica, tiene una respuesta extraordinariamente rápida; en tan solo 0,003 segundos, por lo que todos los movimientos de balanceo y cabeceo son automáticamente corregidos.
Y el freno, también eléctrico, es el tercer elemento que se sitúa en el interior de la Active Wheel.
La rueda motor puede usarse en cualquiera de los ejes, delantero o trasero. Dependiendo de la potencia que quiera proporcionar el fabricante de automóviles y cómo vaya a usarse el vehículo, pueden incorporarse dos motores (en las ruedas delanteras, por ejemplo) o bien cuatro (uno en cada rueda) con lo que tendremos un 4x4.
Entre las ventajas que pueda aportar está la de facilitar la construcción de vehículos más ligeros, al simplificar la transmisión del movimiento.
Para los diseñadores abre muchas posibilidades en las futuras formas de los automóviles pues no se verían condicionados por la posición y espacio destinado al motor ni a los sistemas de transmisión. Así permitiría concebir carrocerías muy aerodinámicas o bien otras que con dimensiones externas ajustadas, ofrecieran un amplio espacio interior para los pasajeros y sus equipajes; se aprovecha hasta el último centímetro pues no hay que guardar nada para el motor ni las transmisiones. Y también la seguridad se puede ver beneficiada ya que se abren nuevas vías de protección en caso de impacto frontal.
La rueda se alimenta con la electricidad proveniente bien de baterías o de pilas de combustible.
El Active Wheel de Michelin se experimenta en prototipos como el vehículo urbano Will fabricado por el carrocero francés Heuliez. Se trata de un modelo de pequeño tamaño perfecto para ciudad , con dos Active Wheel de 30 kilowatios. Pero también este sistema se puede asociar al placer de conducir como es el caso de un bello deportivo, el Venturi Volage con cuatro Active Wheel de 55 kilowatios. Y es que si sumamos la potencia de sus cuatro motores (¿o habría que decir mejor ruedas?) tenemos nada menos que 300 cv.
Algunos fabricantes de coches han pedido a Michelin una versión más simplificada de su invento en la que solo el motor miniaturizado se acomodara en el interior de la rueda.
Un neumático especial
Pero esta no ha sido la única novedad que esta marca ha presentado en el campo de los prototipos Así, en su 'stand' aparece el primer neumático concebido especialmente para coches eléctricos. Las claves son un diámetro amplio pero relativamente estrecho; esto reduce el consumo de la energía de la batería ya que hay menos goma en la superficie frontal de contacto. Además este gran diámetro unido al perfil bajo, ayuda también a reducir el consumo de electricidad ya que el neumático tiene que girar menos veces para recorrer la misma distancia. Así se produce una menor deformación y se reduce el calentamiento con el consiguiente ahorro de energía. Y, por si fuera poco, este mayor diámetro supone a su vez que hay una mayor cantidad de goma en la banda de rodadura; el neumático durará más.
Como ven una rueda da mucho de sí y, en este caso, lo de que el futuro marcha sobre ruedas no es un titular muy exagerado.

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