Create biodegradable packaging from sorghum
The commercial introduction of various foods requires the use of plastic containers and cans that sometimes alter the properties of the products, a situation that is intended to be enhanced with the incorporation of active and intelligent packaging.
The preservation of packaged food without adding any chemical substance to change its composition, taste, texture, and while the case of containers or biodegradable containers, was what motivated a group of researchers from the Istituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey , Campus Monterrey to develop a biological alternative to traditional packaging.
The containers are made from natural biopolymer derived from sorghum, a cereal grown enough in the north. Furthermore, they are biodegradable, then the container degrades in less than six months or can be removed with boiling water temperature.
According to Dr. Cecilia Rojas of Gent, head of research, development of the Tecnologico de Monterrey currently focuses on packaging for cheese, meat, chicken or sausage, as it is bags are in direct contact with food, as a plastic film.
"The biggest challenge of packaging is that once in contact with the product retains the natural state of it, because everyday, common packaging occur in reactions between compounds potentially occluded (closed) on their walls and the food," he said.
The active and intelligent packaging can be used to dry or wet food, and when no longer useful for the food it contains does not become trash, and discarded if not represent risks to the environment.
"The containers are biodegradable, assets, control humidity, and emitters of antimicrobial agents against all microorganisms, besides having the property of absorbing certain substances," explained the researcher.
Moreover, Mexico has a dependence on technology in regard to food packaging, and this development "proposed" help to reduce this dependence through a different alternative conservation, ie have a package that will decrease the load microbial oxidation reactions and degradation in food, which undoubtedly can give nutritional benefits and extend the refrigerated shelf life of the product or rack environment.
Finally, Rojas said Ghent existing private sector interest to employ innovation, especially in the dairy industry and sausages.
The development of the Tecnologico de Monterrey was supported by the National Council for Science and Technology and the Ministry of Agriculture, Livestock, Rural Development, Fisheries and Food, through sectoral funds program, and also received the support of the Ibero-American Science and Technology for Development. The group of Dr. Rojas of Ghent, Alessandra complement it Schaus, Benito Tinoco, Jesus Rios and Andrea Valderrama.
Crean envases biodegradables a partir del sorgo
La presentación comercial de diversos alimentos requiere el uso de envases de plástico o latas que en ocasiones alteran las propiedades de los productos; una situación que pretende ser mejorada con la incorporación de envases activos e inteligentes.
La conservación de alimentos envasados, sin agregarles alguna sustancia química que cambie su composición, sabor o textura, y al mismo tiempo que se trate de recipientes o contenedores biodegradables, fue lo que motivó un grupo de investigadores del Istituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey a desarrollar una alternativa biológica a los empaques tradicionales.
Los envases están hechos de biopolímeros naturales obtenidos de sorgo, un cereal que se produce bastante en el norte del país. Además, éstos son biodegradables, pues el envase se degrada en menos de seis meses e incluso puede eliminarse con temperatura a ebullición del agua.
De acuerdo con la doctora Cecilia Rojas de Gante, titular de la investigación, el desarrollo del Tecnológico de Monterrey actualmente se concentra en envases para quesos, carne, pollo o embutidos, pues se trata de bolsas que están en contacto directo con los alimentos, como una película de plástico.
“El mayor reto de los envases es que una vez en contacto con el producto conserve el estado natural del mismo, pues cotidianamente, en los envases comunes ocurren potencialmente reacciones entre los compuestos ocluidos (cerrados) en sus paredes y el alimento”, comentó.
El envase activo e inteligente puede servir para alimentos secos o húmedos, y cuando deja de ser útil para la comida que contiene no se convierte en basura, y si se desecha no representa riesgos para el medio ambiente.
“Los envases son biodegradables, activos, controlan la humedad, y son emisores de agentes antimicrobianos contra todo tipo de microorganismos, además de tener la característica de absorber ciertas sustancias”, expuso la investigadora.
Por otro lado, México tiene una dependencia tecnológica en lo que respecta al envasado de alimentos, y este desarrollo “propone” coadyuvar a disminuir esa dependencia a través de una alternativa diferente de conservación; es decir, tener un envase que va a decrecer la carga microbiana y las reacciones de oxidación y degradación en los alimentos, lo que sin duda puede dar beneficios nutrimentales y alargar la vida en anaquel refrigerado o anaquel ambiente del producto.
Finalmente, Rojas de Gante comentó que ya existe interés del sector privado por emplear la innovación, sobre todo en la industria de lácteos y embutidos.
El desarrollo del Tecnológico de Monterrey fue apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, a través del programa Fondos Sectoriales, y también contó con el respaldo del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo. El grupo de la doctora Rojas de Gante, lo complementan Alessandra Schause, Benito Tinoco, Jesús Ríos y Andrea Valderrama.
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