Así, como suena. Ya no basta con sacar la pasta de dientes y el ordenador, dejar en una bandeja el móvil, el pendrive, las llaves y las monedas, quitarse el reloj, el cinturón, los zapatos... Ahora nos podrán pedir que pasemos por un nuevo tipo de escáner que, literalmente, nos muestra en la pantalla de su operador totalmente desnudos. El invento se está probando ya en un aeropuerto británico, para sorpresa y disgusto de muchos pasajeros.
Se trata, como muestra el vídeo, de un escáner de cuerpo entero que tiene la capacidad de "ver" lo que ocultamos bajo nuestra ropa, desde unos simples michelines a un detallado contorno de nuestras partes más íntimas. La maquinita, además, revela también la presencia de implantes artificiales (como por ejemplo unos pechos de silicona). Por ahora, el escáner se está probando, de forma experimental, en la terminal 2 del aeropuerto británico de Mánchester, y su uso no es obligatorio. Los pasajeros que lo prefieran pueden seguir accediendo por el sistema tradicional.
El uso es muy sencillo. El pasajero no tiene más que entrar en una cabina, colocar los pies sobre unas marcas, poner ambas manos tras la nuca y esperar unos segundos. El aparato genera una imagen tridimensional de su cuerpo desnudo que puede ser vista, girada y ampliada por el operador. Las imágenes son en blanco y negro y sólo pueden ser vistas por un operador remoto, que se encuentra en una habitación fuera de la vista del público. Todo un detalla que evita que escaneador y escaneado se tengan que ver las caras mientras dura el engorroso procedimiento.
Aseguran además que ninguna imagen se almacena y que todas son destruidas en el momento. "A muchos de nuestros clientes no les gusta el sistema actual de acceso, que encuentran demasiado intrusivo", explica al diario Telegraph Sarah Barrett, directora de atención al cliente del aeropuerto de Manchester. "Y éste escáner elimina las molestias de tener que desvestirse. Las imágenes no son eróticas ni pornográficas y no pueden ser almacenadas o capturadas de ninguna forma".
El escáner de marras, fabricado por la firma RapiScan Systems, tiene la ventaja, dicen, de agilizar el procedimiento de embarque, que dura mucho menos tiempo y elimina la necesidad de vaciar los bolsillos o quitarse la chaqueta, el cinturón o los zapatos. Y además, según el fabricante, los viajeros habituales no deben preocuparse por las radiaciones de la máquina, que opera con rayos X de muy baja intensidad, hasta 20.000 veces menor de la que recibimos con una simple radiografía dental. "Los pasajeros podrían pasar hasta 5.000 veces al año a través de esta máquina sin tener que preocuparse -asegura Barrett-. Es super segura y la cantidad de radiación que transmite es mínima".
El periodo de prueba del nuevo aparato terminará a finales de este año. Después, el Ministerio de transportes británico decidirá si lo mantiene o no de forma permanente y si extiende su uso al resto de los aeropuértos británicos. Aparatos parecidos ya están siendo probados también en los aeropuertos de Los Angeles y Nueva York, y su uso se extiende gradualmente a otras ciudades de los Estados Unidos.
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